jueves, 26 de febrero de 2009

La crisis (editorial)

¿Cuál es la causa de la crisis financiera actual?

Naomi Klein, en su reciente ensayo “La doctrina del shock”, describe varias de las pistas que habrían de servirnos para encontrar la respuesta. En el libro se relata la metódica implantación de las directrices económicas diseñadas e impartidas por Milton Friedman y la llamada “escuela de Chicago”, y que podrían resumirse en su conocido mantra: “el estado es el problema”. La ley del mercado exige al mercado como único rey. El mercado como autorregulador del sistema financiero globalizado y la no-intervención de las instituciones en su control son la pauta a seguir si deseamos un mundo equilibrado. Pero como dichas políticas auguran fuertes desarreglos en un principio (hay que resetear todo el sistema nada menos), solo pueden ser implantadas sin contestación en estados con problemas, países en estado de shock (como ha sido el caso en varios países del cono sur durante las dictaduras y tras los golpes de estado o las catástrofes naturales, y finalmente en casi todo el mundo occidental tras el 11S) . Cómo ha sido posible el triunfo de las políticas ultraliberales y su implantación –a menudo imposición- en la mayoría de los estados conocidos es lo que denuncia el libro: el estado de shock-contínuo en el que vivimos tiene un origen y un diseño, y uno de sus objetivos es precisamente ése, dejar al personal en constante perplejidad para conseguir una falta de reacción ante medidas y políticas económicas salvajes.

Porque salvaje es, como denuncia Ignasi Ramonet, del Monde Diplomatique, que se haya conseguido llegar a mover una cantidad de riqueza seis veces mayor que toda la riqueza real del planeta. ¿De donde sacaremos ahora los 5 planetas que nos faltan? No me extraña que se piense en colonizar Marte y en volver a la Luna. Lo que me extraña es que no se haya empezado a hablar de colonizar los satélites de Júpiter.

No deja de ser curioso por otra parte que ante este nuevo Apocalipsis ya se hayan apresurado a reconocer los cadáveres de la dos primeras víctimas definidas, y que son precisamente las dos en las que debería recaer toda la ayuda de que disponen los estados para equilibrar el maltrecho planeta: por una parte el cuidado del medioambiente, y por otra la ayuda al desarrollo. O sea que ésas dos áreas fundamentales de nuestro futuro, que por fin eran aceptadas como objetivos prioritarios por la mayoría de los países bienpudientes tras años de batalla, pasan de repente al principio del juego como por arte de magia. No sé, eso de que siempre pierdan los mismos ya nos tendría que empezar a extrañar. No olvidemos que todo el dinero reservado para dichas áreas servirá para refinanciar a las financieras, y todo ello en defensa de “nuestro estilo de vida”. Perdonen si no me levanto, pero es que es precisamente ése el problema. El creer que siempre podremos salvar los muebles, y confiar en que nuestros gobernantes lo resolverán.

No, tal como Arcadi Oliveras (Intermón-Oxfam) denuncia, la crisis no es financiera, sino estructural, alimentaria y energética. Y creo que los tiros van más bien por ahí, nunca por lo que nos cuentan en grandes titulares. ¿Hemos sobrepasado el pico del petróleo, el pico de la producción alimentaria, el punto de no retorno en el ecocidio al que sometemos a la naturaleza? Esos son los temas que deberían preocuparnos. No ya si las bolsas tienen futuro, sino si hay de verdad un futuro que pueda llamarse así. Las prácticas ultraliberales ya han dejado huellas indelebles de sus desvaríos en el panorama económico internacional. Es obvio que a partir de ahora el mundo de las financieras será muy distinto. Habrán regulaciones y controles estrictos durante unos años. Y más crisis. Pero las verdaderas directrices seguirán en manos de unos pocos, casi los mismos, a no ser que se renueven las instituciones internacionales en su totalidad (empezando por la ONU, OMC, BM, FMI, ,…). ¿Seremos capaces de exigir que así sea?

1 comentario:

Andri Alba dijo...

Como siempre no pasamos de ser títeres de aquellos que son "siempre los mismos"...Realmente nos tiene presos el mercado...es por eso que no somos más que esclavos de un sistema que precisa que las cosas vayan de este modo para que ni levantemos cabeza. Tú, en verdad, crees que a alguien le pueda interesar resetear nada o que esto llegue a algún equilibrio posible por más que se resetee? Tú crees que pueda alguien encontrar adeptos en esas altas esferas, que parecen más lejanas que la colonización de los satélites de júpiter?

Creo que el medioambiente y el desarrollo no pasarán de ser eso que dijiste_qué fue lo que dijiste? Cadáveres de las dos primeras víctimas? Pues sí, eso mismo. Es posible que mi visión no sea optimista y sí conformista...pues con mi excepticismo no aporto nada, más quien lucha y propone, al menos intenta aportar algo. Yo soy de una las víctimas de la perplejidad que hace que la gente no reaccione. No sé, no sé, estamos tan anulados con todo lo que nos venden que así no pensamos mucho y con la gente cansada en el trabajo no quedan ganas ni de luchar. Es a eso a lo que te refieres con perplejidad? Bueno, que como ves, mis ojos son los que lees y mi mente la que procesa y tal vez no entienda todo a lo que te refieres. Pero bueno, ese no es el punto, el punto es que tienes razón. Ningún gobernante se preocupará por mis muebles. Uff los titulares, en esos es en los que menos creo, la información nos manipula de tal manera que creemos que en todos los diarios las cosas están escritas como son y no como están. Eso sí, me preocupa la naturaleza, pero mi grano de arena no aprota nada aunque no por eso dejo de ponerlo y sé que no hablas de mi, sino de aquellos que son "los mismos". Yo, de liberalismos y de todo lo que acabe en lismo no sé mucho, pero te agarro un poco la idea. Aunque de verdad no crea si seremos capaces de exigir que así sea. Bueno, ya seguiré leyéndote, encuentro que es interesante lo que escribes.